martes, 18 de noviembre de 2014

POEMA, Miguel Ángel Migliarini, VISIÓN

Como fulgor de luz,
veo la espada
del Arcángel Miguel
derramando magnitud
sobre mi alma,
en nombre de Jesús.
Constante, busco
el alma y omega de Dios
en su hondura,
y me siento fortificado.
Mi tiempo está medido 
por las agujas
del reloj humano
y parece mucho...
Pero el tiempo del Señor
que se vive con el alma
es mucho, mucho más,
como océano de auroras.
En quietud y serenidad
que me transporta,
veo escala con peldaños
diáfanos y cintilantes
con sagradas columnas,
sosteniendo un oratorio
de música sacra y manantial
de aguas bautismales.
Consabidamente expreso:
el cuerpo volverá a ser polvo,
pero el alma entregada a Dios
será eterna. Amén.-

Miguel Ángel Migliarini
San Nicolás de los Arroyos, 
 16 de noviembre del 2014.-

Gracias Miguel Ángel por tu poema. Que el Arcángel Gabriel te proteja,

No hay comentarios:

Publicar un comentario