sábado, 24 de agosto de 2013

POEMA, Marta Torres Jorajuría, PADRE MARIO


Venías de Toscana, niño frágil y humilde.
Tu Pistoia natal brillaba en tus pupilas.
Casi como los pájaros creciste solo y libre
soportando en silencio la ausencia de familia.

La adversidad te hizo austero y solidario.
Rebelde y carismática fue tu fecunda vida.
La fe y la esperanza venidas de lo Alto
fueron palanca firme de tu ardua energía.

El Señor te moldeó para ser su instrumento;
depositó en tus manos con caridad divina
el poder de sanar o aliviar al hermano,
a la Vida apostando con amor sin medida.

Te dejaste llevar por la Mano del Padre
cual siervo fiel y auténtico soportando la envidia,
la incomprensión, las dudas, la soledad, la pena,
la falsedad de algunos, la cruel hipocresía.

"Estando con el otro", tú fuiste compartiendo
el dolor, la pobreza,la tristeza, la dicha...
En oración ferviente el alba te encontraba 
mientras tus manos pródigas el Señor bendecía.

Siempre dispuesto  dar, a servir a los débiles,
sin pensar en su credo o en su filosofía.
Entregarse a vivir "para" y "con" los otros
fue el ardiente denuedo de tu humana consigna.

Imaginaste a Cristo humilde Caminante
sembrando a manos llenas la paz y la alegría;
peregrino incansable, fuerza de toda Fuerza,
luz de gracia infinita, del cosmos armonía.

PADRE MARIO: hoy la gente de este solar querido,
tu "González Catán" de la hermana Argentina,
te invoca con respeto sin olvidar tu ejemplo
de entrega generosa y manos bendecidas.

Que el DIOS que es UNO y TRINO  continúe su obra
bendiciendo tus manos más allá de la vida.
Tú seguirás sanando a los fieles que acuden 
con verdadera fe a la paz de tu Cripta.


Autora: Marta Torres Jorajurìa 
Quien da testimonio de haber recibido la Gracia de la sanación de su nieto Lucas.

Qué Maravilla Marta. Esperamos que algún día, en relato pequeño nos cuentes las historia de tu nieto Lucas. Bendito sea el Señor que escuchó al Padre Mario. Bendiciones.

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