jueves, 28 de febrero de 2013

MEDITACIÓN: María Andrea Gil


SOLEDAD




Me acechas permanentemente

a cada paso te encuentro

Soy un pobre infeliz resignado

Haga lo que haga diga lo que diga

en mi camino te asomas y  entristezco.

¿Qué pecado cometí que estoy confinada al destierro?

Rebélame Señor aunque sea un amigo

Sé que contigo puedo contar siempre

Te hablo, me escuchas, me aconsejas a mi inconsciente

Cuento todo esto que me pasa

Me siento solo, a solas o acompañado

El vacío existencial es el mismo.

¿Por qué te fuiste tan pronto mamá?

Te necesito

Sólo Dios sabe cuánto te necesito.

Los hambrientos de amor experimentan esto

porque se sienten solos/

La soledad se alimenta de dulces, chocolates, helados

mate dulce, miel, alfajores, engaños para calmarla /

La soledad pesa y mucho aquí en el corazón y en la balanza

Enfermedad de estos tiempos difícil erradicarla

Somos autómatas individualistas ya ni los hijos nos dan pelota /

Algunos pertenecemos a “familias islas” cada grupo por su lado

Me siento como cuando me caía y encima me pegaban

No sé cuál dolor era más potente si el del porrazo o la cachetada.

¿Dónde están los amigos del barrio? Los amigos de antaño…



María Andrea Gil 
DIÓCESIS DE NEUQUÉN

Bienvenida María Andrea. Bienvenido Neuquén. Gracias a los poetas de las Provincias del Interior.

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