domingo, 9 de diciembre de 2012

POEMA, María de las Mercedes Rodríguez Sáenz, OFERTORIO

        
Cubierto está el camino, Señor,

cubierto está de piedras.

Te las ofrecemos, Señor,

porque son yermas.



Muchas nos las pusieron, Señor,

más otras tantas,

por nuestras propias manos

fueron puestas.



Te las ofrecemos, Señor,

son nuestras faltas.

Ayúdanos Tú, Señor,

ya que nos faltan fuerzas.



Porque débil es la carne

y el mundo nos acecha

envíanos tu Espíritu, Señor,

y llénanos de tu santa fortaleza.



Piedras tan sólo son, Señor,

lo que ofrecemos.

Conviértelas en valles y praderas

donde florezcan tu Amor

y tus promesas para vivir

como hermanos,

tu Realeza.

María de las Mercedes Rodríguez Sáenz
(Ña Pomona)


Pensaba, ¿no es ésta la semana propicia para allanar mi interior realizando un profundo examen de conciencia?, ¿el momento adecuado para reconocer mis faltas y errores, suplicar el perdón, reconciliarme con Dios?. Y, ya sincerada ante el Altísimo y ante mí misma,   orar para  que la Luz del Espíritu me marque la conducta que permita enmendarme, purificarme y abrirme  al hermano con mayor caridad y fraternidad cristiana.

    Sólo quería compartir estas reflexiones en un clima de gratitud y alabanza, y, aprovechar estas líneas para pedir perdón a todo aquél que de una u otra forma pude haber herido, aunque haya sido sin intención alguna.

Desde el Corazón de la Madre, un abrazo fraterno.

María de las Mercedes
 

Bienvenida Ña Pomona, personaje querible si los hay de Chascomús. Tu meditación nos hace reflexionar a nosotros y, en este tiempo de cuaresma, también a pedir perdón. 

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